Contratos de «Escrow informático»
Es algo usual ver como clientes que acuden al despacho por tener algún tipo de incidente con su programador en el desarrollado de software, bien sea página web, programa de gestión a medida, aplicaciones móviles, …; y a la hora de hacerte llegar el contrato firmado, a simple vista se observan muchas deficiencias y, en algunas ocasiones, hablamos de desarrollos de varios miles de euros.
Es usual que sea el desarrollador profesional autónomo, freelance o incluso empresa, tengan sus propios modelos contractuales para la prestación de servicio y sea éste el que ponen a disposición del cliente, y muchas veces por dejadez del cliente otras por desconocimiento técnico o legal, acaba firmando sin entender el detalle de la prestación.
En esta tipología contractual no sólo hay que hacer constar plazos, precio y formas de pago. Estas prestaciones encajan dentro del contrato de “Escrow informático”, siendo éste de carácter instrumental y accesorio, a la vez que asegurar el cumplimiento contractual asegurado y la calidad pactada.
Para garantizar que el desarrollo se ajusta a las necesidades del cliente, se deberían incorporar procesos basados en entregables del desarrollo para que sean validados e ir certificando el código fuente de cada uno de estos hitos, quedando el código en depósito a disposición de las partes.
Regulando estas buenas prácticas en los contratos de desarrollo informático nos aseguramos, que tanto el desarrollador como cliente cumplen lo regulado y gocen de seguridad jurídica de lo actuado. Por un lado, el cliente ir validando los entregables y, por otra parte, la empresa acreditar que el cliente ha estado conforme en cada fase del desarrollo.
Otra cuestión que no suele constar en los contratos de desarrollo informático es la garantía de mantenimiento correctivo, es decir, el desarrollador tiene la obligación de corregir los fallos descubiertos tras la entrega del producto una vez puesto en producción. Sin embargo, siempre viene regulado en el contrato el servicio de mantenimiento en relación precio, plazo y alcance de la prestación, con relación a la modificación del producto tras su puesta en producción. Por último, y con relación al mantenimiento perfectivo, respecto a todas aquellas mejoras de rendimiento y usabilidad de la aplicación, suele venir regulado, pero especificado dejado a la libre disposición del desarrollador. Criterio que siempre acaba sorprendiendo al cliente por los altos costes que tiene que asumir ante cualquier nueva implementación.
También es algo habitual en el desarrollo de software incorporar adendas, que no son otra cosa que estipulaciones posteriores a las Condiciones Específicas del Contrato de arrendamiento de servicio, que va a regular un Acuerdo Marco entre partes, una vez suscrito.
Consistiendo las adendas en prestaciones adicionales tras la entrega del software, como pueden ser mejoras, desarrollos evolutivos, etc..; con el fin de agilizar las futuras contrataciones entre las partes, de esta manera sólo tendrán que concretarse la naturaleza concreta del trabajo y, cuyas condiciones generales se fijaron en el Acuerdo Marco.
Siempre que el cliente llega a nuestro despacho antes de la firma del contrato de desarrollo podemos darle una lectura a éste y ver que puntos deberían especificarse e incorporarse a la prestación, pero el gran problema es que muchos clientes llegan a nosotros una vez que ha sido firmado el contrato y el resultado no ha sido el esperado.
Es aquí donde surge el conflicto entre partes y ante falta de solución consensuada, el proceso puede acabar en los Tribunales, ocasionando la demora de la solución para el cliente e incorporando un nuevo gasto con la minuta del abogado.
Por lo que recomendamos a todos aquellas empresas o particulares que vayan a contratar un desarrollo informático que revisen el contrato antes de firmarlo y que lo pongan a disposición de un profesional, tercero imparcial con conocimientos técnicos para que supervise el contenido.
Contacto: info[arroba] tecnogados.com
